Hola, ¿Te han roto el corazón alguna vez? Si te ha pasado, y espero que sí porque eso quiere decir que estás viva y que amas (van muy unido estos dos verbos: vivir y amar para poder ser feliz), habrás sentido como se te clavaba una estaca, un puñal o un cuchillo en el corazón y te lo retorcían un poquito. ¿Te suena? Es brutal como sentimos cuando nos rompen el corazón. Y ojo, que no solo nos lo rompen nuestras parejas o exparejas sino muchas veces nuestros padres, hermanos, hijos, amigos del alma o incluso una jefa o jefe que nos despide del trabajo que amamos, de una manera, que no esperamos y nos rompe el corazón. A mí me han roto el corazón una lista interminable de personas, la verdad, y eso quiere decir: primero que tengo ya Es imposible que te rompan el corazón si no amas. Eso es un hecho. Muchos de nosotros, al rompernos el corazón, utilizamos la misma solución que cuando nos emborrachamos y estamos con resaca: «no vuelvo a amar más» o, siguiendo con el ejemplo, «no volveré a beber más». Claro. Hay una grandísima diferencia. Si no bebes más tendrás un cutis ideal, un hígado que te lo va a agradecer mucho… pero si no amas más… tendrás una vida bastante anodina e infeliz. Dentro de la frecuencia vibracional de las emociones positivas, podemos afirmar que el amor es la energía más expansiva que tenemos. Repito. No me refiero únicamente a amar a tu pareja sino a sentir amor hacia ti, hacia tu vida, tu trabajo, hacia las personas que te rodean… Sentir amor por SER y ESTAR en esta vida. La última vez que me rompieron el corazón fue exactamente el 31 de octubre de 2022. «¡Ay qué dolor querido/a lector/a!» Te doy un poco de contexto en este desnudo emocional. En el momento que más amor sentía por mi última pareja, en el momento en el que me encontraba más blandito y vulnerable emocionalmente con él, ¡zas!, puñal directo al corazón. Después de pasar horas, días y meses absolutamente maravillosos y justo después de dejarme en el aeropuerto de Mérida (Yucatán) porque viajaba para Madrid, me encuentro con una carta que me rompió en dos mil pedazos mi querido corazón. ¿Cómo fue? ¿Qué pasó? Te cuento más el cómo porque el qué quedará para algo que estoy preparando con Rebeca y que más adelante te cuento. El cómo fue el siguiente: después de la despedida en su coche diciéndome frases como «te amo», «no sé cómo voy a hacer para estar separado de ti tanto tiempo que vas a estar en Madrid», «por favor, no te vayas»… me preparo para pasar el escáner para acceder a las puertas de embarque y al sacar el ordenador para ponerlo en la bandeja veo fugazmente que hay un sobre en mi mochila con una carta que yo no había metido… LA CARTA. Como estaba tan blandito pues me imaginé inmediatamente que era una carta de amor que me había escrito y metido a escondidas en mi mochila mi pareja. El poder de la visualización funcionó como siempre pasa. Es el P->E->R (pensamiento, emoción, respuesta corporal) que cuento en mis formaciones. Me imagino que es él escribiéndome esa carta en la que me expresa todo lo que me acaba de decir el coche y quiere que lo tenga en mi mente durante el viaje. Obvio que es una oda a nuestro amor. Una lágrima da paso a otra y en segundos (recuerda el PER) me pongo a llorar de amor mientras la persona de seguridad mira la pantalla de su escáner con mis cosas dentro (incluida LA CARTA). Observa la pantalla fija y asépticamente y me mira a mí. Esto lo repite en varias ocasiones. Observa la pantalla y me mira. Observa la pantalla y me ve llorando; lo que a él le da igual. A mí se me hizo eterno obviamente porque quería que me diese mi maldita mochila para ver LA CARTA. Cuando por fin decide sacar mi mochila de su escáner, la abro para meter mi ordenador y poder tomar mi carta. Ya estaba en mi mano lista para abrirla mientras me tomo un delicioso café. Quería honrar el momento. Mi visualización seguía a dos mil. Me imaginaba sus ojitos tiernos escribiéndome esas letras de amor que tenía en mi mano y todavía mi corazón se hacía más y más blandito. Cuando ya consigo sentarme, serenarme y abrir LA CARTA… ¡toma hostión de realidad y, sobre todo, toma puñalada, cornada, cuchillada… que entró hasta el fondo del corazón!. Me tuve que llevar mi mano al corazón del pinchazo tan fuerte que sentí. Respiré profundo. «Yo sé gestionar esto; me dedico a esto justamente.» — me recordé. El contenido de LA CARTA, amiga lectora, lo dejo entre mi ex y yo pero básicamente era un aviso para navegantes: decirme todo lo que no le gustaba de mí y me avisaba que o cambiaba esos aspectos o se vería obligado a mandarme a la 💩. Como digo, no voy a entrar en el contenido pero sí en qué sentí y lo que me provocó: romperme el corazón salvajemente. Te juro que porque tengo herramientas de gestión emocional que sino hubiera sido el viaje a Madrid más horrible de mi vida; ¡y no lo fue!. Me dio mucha tristeza, dolor físico y emocional, muchos momentos de introspección, de espejo, de autoconocimiento… me dio muchas cosas LA CARTA pero sobre todo me mostró que la educación emocional sirve y mucho para poder tener la autogestión emocional de superar momentos como ese con paz, con calma y mucho autoamor. Mi Tru (Sol Aguirre @lasclavesdesol) me lo hizo notar. Estábamos en Balbisiana desayunando y me dijo algo que no me olvidaré: «Tru, estoy orgullosa de ti. Estás llevando todo esto con una inmensa paz. Sabes que vas a poder seguir con tu vida. Sabes que el dolor va a pasar. Te veo con esa tranquilidad que te da el ser consciente de que eres absolutamente capaz de gestionar esto que te ha ocurrido» — así me espetó antes de levantarse para abrazarme. Tenía toda la razón. Así me sentía. Pero lo más importante. Mientras que nos abrazábamos le dije: «Tru, ¿sabes?, me siento lleno de amor; sé que cuanto mi corazón cicatrice, estará listo para amar de nuevo». Fuimos el espectáculo para las señoras del Barrio Salamanca de Madrid por un ratito. Sí querida lectora, es doloroso cuando te escriben LA CARTA, el mensaje, la cena mortal… pero el amor nos da millones de alegrías, de felicidad, de hormonas que mejoran y prolongan nuestra vida. Yo quiero AMAR hoy y siempre. Esto me lleva a recordar lo que le pasó a mi hermana y socia. Rebeca López (@rebecamente), por otro lado, había sufrido también ese pinchazo en su corazón. Su relación con su pareja de cuatro años se fue a pique en el mes de abril de 2022. Ella, sin dudarlo ni un segundo, me avisó que se compraba un billete con destino a México para estar conmigo porque le habían roto el corazón de mala manera. Aunque fue una decisión principalmente de ella, la indiferencia de él y las malas maneras le rompieron el corazón. Todavía lo recodamos y nos meamos de la risa con su inmediata reacción. Llora sin parar y se compra un billete a México (menos mal que tuvo el detalle de llamarme mientras tecleaba en la página de Iberia el destino y ponía las fechas). Me decía llorando y tecleando que necesitaba hacer el proceso de sanación y qué mejor que hacerlo conmigo, su socio y hermano para cicatrizar su corazón. Obvio que le dije que la estaría esperando con los brazos abiertos para sanar juntos. Y así fue. Nos dedicamos a explicar a miles de personas cómo superar una crisis así que somos la compañía perfecta. Juntos fue más fácil, mi Rebe es muy sabia a la par que práctica, porque pusimos nuestro conocimiento sobre psicología positiva, gestión Emocional, neurociencia y consciencia plena al servicio de su sanación. Volvió a Madrid como una Rebeca versión 2.0 llena de autoconocimiento, autoamor y de ganas de amar. Para mi ruptura, yo ya sabía todo lo que tenía en mi mano. Fue mucho más fácil. Ya os lo contará ella en persona 🤐. Desde que empezó el año, tanto Rebeca como yo, hemos incorporado dos técnicas que desbloquean físicamente la emoción y reconfiguran nuestro cerebro ante los eventos de estrés, miedo, tristeza profunda o tensión (incluso de estrés postraumático y fobias) y que nos permitieron terminar, a su vez, de sanar nuestros corazones. Queremos que llegues a la raíz del momento doloroso y disminuyas su intensidad para que aunque lo recuerdes, no te produzca una reacción de dolor que te impida relacionarte de nuevo con apertura al amor. Creemos Rebeca y yo que ha llegado el momento de ayudar a sanar a más personas que su corazón fue roto y que no han cicatrizado sus heridas. Le han puesto tiritas, gasas… pero su corazón sigue sangrando. ¡Vamos a sanarlo juntos! Rebeca vino a México a sanar y yo, ahora, voy a Madrid para que ambos te ayudemos a sanar tu corazón si lo necesitas y quieres. Vamos a mostrarte cómo Rebeca y yo lo hicimos y además mostrarte nuevas técnicas que aplicamos para que juntos las hagas en directo y en persona con nosotros. Repito. Necesitamos hacerlo en persona. Necesitamos tenerte enfrente para hacerlo. Por eso hemos creado un evento que se llama “Sanando el Corazón” para 9 de septiembre de 2023. En 5 horas, juntos, en persona, en el Hotel Radisson Red en Madrid (a 5 minutos andando de la Estación de Atocha), puedas sanar esa herida sin cicatrizar que se abre a la mínima que tu pareja, tu ex, tu familia, tu amiga del alma o tu compi del curro hurga de nuevo en esa herida. Hemos puesto el horario de 9h30 a 14h30 porque muchos de los primeros trenes que llegan a Madrid desde Sevilla, Barcelona, Valencia… llegan a las 9 de la mañana así que te da tiempo a ir tranquila hasta el Radisson y tomar asiento para el evento sin necesidad de dormir en Madrid (aunque yo te recomiendo que aproveches). La fecha también ha sido a propósito pues algunas comunidades autónomas tienen puente. No queremos que haya excusas para no sanar el corazón. Se puede. Se debe. Sí; me gusta decir se debe sanar para poder hacer lo más maravilloso que tiene el ser humano: vivir su vida feliz que es AMAR CON UN CORAZÓN sin miedo porque aunque seamos más vulnerables cuando amamos, también tenemos la calma y la paz porque sabemos sanarlo. No te pierdas la vida por miedo a amar. Hasta aquí uno de mis desnudos emocionales más intensos pero también que quiero que sean esperanzadores para ti. Si quieres ver más desnudos emocionales, los tienes casi todos en mi blog (https://vivirconangel.com/blog/) y más detalles del evento haciendo click en la imagen justo abajo. ¡Ah! Tranquila/o que este evento no será grabado para que tengamos la libertad de expresarnos sin miedo, preguntar y hablar desde el corazón; eso debe quedar entre las/los presentes. «Lo que pasa en Sanando el Corazón, se queda en Sanando el Corazón». Para más info accede a cursos.estrespositivo.com Ya quiero abrazarte en vivo y en directo. Te espero con mucho cariño, Ángel. |

Viaje para encontrarme conmigo
Hola, A veces recorremos distancias enormes para encontrarnos con nuestros seres queridos o por cuestiones laborales. Lo que raramente hacemos es viajar para encontrarnos con