BLOG

Viaje para encontrarme conmigo

Hola,

A veces recorremos distancias enormes para encontrarnos con nuestros seres queridos o por cuestiones laborales. Lo que raramente hacemos es viajar para encontrarnos con la persona más importante que existe en nuestras vidas: nosotros mismos.

Eso es lo que hice esta semana en Chiapas.

Viajé 800 km para adentrarme en mí. 

No estaba solo en este viaje. Mis amigos Diana y Sergio me acompañaron pero todos los días me quedaba unas horas de estar acompañado de mí en estado puro. Sin edulcorar, ni cambiar nada. Aceptándome tal cual.

Siento que ha sido un verano de mucho trabajo y, en esa locura, me echaba de menos. 

Según embarcaba en el avión me daban ganas de enviarme un automensaje diciéndome:

— Estoy embarcando. Nos vemos en un rato.

Es mágico darte cuenta de que en realidad nunca nos mandamos mensajes a nosotros mismos y que me encantaría decirme estas cosas. 

Andando por San Cristóbal de las Casas vi un cartel que decía: “Neuróticos anónimos”.

— ¿Debería llamar a la puerta?

Lo pensé porque eso de estar deseando escribirme mensajes a mí mismo podría ser interpretado como una relación inadaptada conmigo pero, ¿no sería lo contrario? ¿No sería lógico llevar una relación ordenada, emocionalmente sana con nosotros mismos? ¿Con la persona con la que vas a estar el resto de tu vida?

Seguí caminando hacia mi hotel con este pensamiento.

No hay nada mejor que combinar los viajes hacia ti mismo con amigos con los que tienes absoluta confianza. Es la mezcla perfecta. Un rato con ellos compartiendo experiencias, conversaciones interesantes, risas y mucho amor pero a la vez dejando cada día espacios para ti. A solas. En silencio o con tus sonidos. 

¿Qué he hecho para conectar conmigo? Te cuento algunas cosas que pueden ayudarte si te lanzas a este viaje hacia dentro.

Me he dado el tiempo de ver cómo se sentía mi cuerpo y mi mente. De recordarme de lo importante. De comprometerme conmigo (con mis VPDN: valores, principios, deseos y necesidades). De darme descanso, silencio, comidas chiapanecas deliciosas y abrazos de mis amigos y autoabrazos. De escribir sin un fin ni destino más que leerme, de meditar y conectar con la naturaleza por unos días (permitiéndome maravillarme y sorprenderme de la Creación), darme baños de verde, pasear por grutas y navegar por ríos, belleza en estado puro que Dios y el hombre crearon pues somos uno. ¡Ah! Y dejando el teléfono móvil y las redes sociales para un rato (máximo cuarenta y cinco minutos) antes de cenar.

Son viajes que si has conseguido incorporar la atención plena o mindfulness en tu vida lo disfrutarás el doble o el triple porque no te perderás ningún instante y aceptarás todos.

No sentirás el cortisol de la tensión, del estrés, del miedo o el enfado sino la oxitocina de la conexión absoluta con el Todo.

Yo he tenido este viaje. Han sido seis días pero que los he disfrutado en cada instante, en cada momento.

Ahora vuelvo a mi Ciudad de México después de estas vacaciones conmigo mismo y con unos amigos sintiéndome pleno y lleno de amor por mí, por las personas que me rodean y por la vida.

Quería compartir todo esto contigo por si te inspira.

Dicho está. Hecho está.

El siguiente vuelo será a Oaxaca para dar una conferencia a jóvenes becados por la Fundación Iberdrola México titulada «Nuestra Mejor Versión» pero después, volaré para estar con vosotros en Madrid el 9 de septiembre. En mi hogar de nacimiento para sanar juntos nuestras heridas emocionales. ¡Qué ganas!

Nos vemos en nada.

Con cariño,

Ángel. 

www.vivirconangel.com

Ángel

Ángel

Tengo un regalo de bienvenida para ti.

Accede, de forma gratuita, a la mini serie de audios: visualizaciones para la gestión emocional.

El silencio consciente

Hola, Como nos cuesta estar callados, sin ruido, sin música, sin móvil que nos distraiga… estar en silencio.  Ya te he contado en newsletter anteriores que

Read More »

Vuelve a casa, mi podcast.

Muchos dicen que mi voz los hace sentir en calma, así que la he puesto al servicio de las ideas que más han impactado a quienes viven en paz y las puedes escuchar en mi podcast Vuelve a Casa.

¿A dónde te mando la miniserie?